Sois Edificio de Dios


Si deseas conocer más a fondo los fundamentos de la Masonería, te recomendamos la lectura del libro que nos enseña la Ley, que se conservaba en el Santuario del Templo y que todo masón debe meditar.

Sois Edicifio de Dios

Romanos 12: Os exhorto, hermanos, por la misericordia de Dios, a presentar vuestros cuerpos como hostia viva, santa, agradable a Dios; éste es vuestro culto razonable.

Sal 118: Soy más docto que todos mis maestros, porque medito tus preceptos. Soy más sagaz que los ancianos, porque cumplo tus leyes.

Corintios I 2: El Espíritu lo sondea todo, incluso lo profundo de Dios. ¿Quién conoce lo íntimo del hombre, sino el espíritu del hombre, que está dentro de él? Pues, lo mismo, lo íntimo de Dios lo conoce sólo el Espíritu de Dios.

Corintios I 2: Cuando explicamos verdades espirituales a hombres de espíritu, no las exponemos en el lenguaje que enseña el saber humano, sino en el que enseña el Espíritu, expresando realidades espirituales en términos espirituales.

Sal 144: El Señor es clemente y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad.

Corintios I 3: Cuando uno dice yo soy de Pablo y otro, yo de Apolo, ¿no estáis procediendo según lo humano? En fin de cuentas, ¿qué es Apolo y qué es Pablo? Ministros que os llevaron a la fe, cada uno como le encargó el Señor. [...] Nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros campo de Dios, edificio de Dios.

Sal 32: El Señor mira desde el cielo, se fija en todos los hombres. Desde su morada observa a todos los habitantes de la tierra: él modeló cada corazón, y comprende todas sus acciones.

Sal 23: Del Señor es la tierra y cuanto la llena, el orbe y todos sus habitantes: él la fundó sobre los mares, él la afianzó sobre los ríos.

Corintios I 4: Lo de menos es que me pidáis cuentas vosotros o un tribunal humano; ni siquiera yo me pido cuentas. La conciencia, es verdad, no me remuerde; pero tampoco por eso quedo absuelto: mi juez es el Señor.

Corintios I 4: No juzguéis antes de tiempo: dejad que venga el Señor. Él iluminará lo que esconden las tinieblas y pondrá al descubierto los designios del corazón.

Sal 36: Apártate del mal y haz el bien, y siempre tendrás una casa, porque el Señor ama la justicia.

Corintios I 4: Tendréis mil tutores en Cristo, pero padres no tenéis muchos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario