Extracto del Tercero de los Discursos Masónicos incluido en las Obras Completas de Francisco Bilbao publicadas en 1860.
Y en todo tiempo para la necesidad de la inteligencia se presenta el dogma. Para la dirección de la libertad, la ley o la moral. Y para la satisfacción de su amor, la santa humanidad con su cortejo que es la patria, la amistad, la familia, a todas las relaciones sociales, a Dios como fin y principio y coronación de la existencia en el seno de la eternidad que nos envuelve.
Pero el amor sin el conocimiento es la atracción sin centro. La ley o la moral sin el dogma, es una opinión, vaga y flotante, incapaz de apremiar la voluntad. Es pues necesario que sepamos por qué debemos obedecer, lo que debemos amar y preferir. Esa ciencia es el dogma.
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