Extracto del Artículo de John Hamill, Bibliotecario de la Gran Logia Unida de Inglaterra y Pasado Venerable Maestro de la Logia de investigación Quatuor Coronati N° 2076, publicado en Retales de Masonería.
La teoría de una filiación directa de la Masonería operativa sigue teniendo sus partidarios, especialmente el difunto y muy reverenciado Harry Carr; pero algunos investigadores actuales que trabajan en la tradición de la escuela auténtica están inclinándose por considerar la probabilidad de un vínculo indirecto con los operativos. En vez de buscar las pruebas de una filiación directa, están explorando la posibilidad de que los fundadores de la Masonería especulativa se hayan encubierto bajo la apariencia de una organización o guilda para desarrollar actividades e ideas que era imposible practicar o profesar abiertamente en la época.
El período en el cual se cree que evolucionó la Francmasonería -finales del siglo XVI y transcurso del siglo XVII- se caracterizó por la estrecha relación entre la política y la religión. [...] Particularmente en lo que concierne a la religión, existían sanciones legales contra aquellos que decidían no seguir los dictados del Estado. Surgen por sí mismas, en consecuencia, dos ideas posibles en relación con el origen de la Francmasonería durante ese período.
Primero, que los fundadores eran un grupo opuesto a la intolerancia política y religiosa del Estado, que deseaban reunir hombres de diferentes concepciones políticas y religiosas pero que compartieran un objetivo de mejoramiento social. Puesto que se encontraban en una situación en la cual dichas concepciones eran consideradas subversivas, se restringía absolutamente la discusión de estos asuntos con quienes no fuesen miembros. Estos rasgos parecen haber existido desde que se originó la Francmasonería.
Segundo, que los fundadores eran un grupo inconformista de religión cristiana, que se oponía a la dominación de la religión por parte del Estado. Dicho grupo no se proponía deponer la religión predominante, sino que deseaba promover la tolerancia y la creación de una sociedad en la cual los hombres fueran libres de seguir los dictados de su conciencia en materia religiosa.
Existe un objetivo común en ambos grupos: la promoción de la tolerancia y la consiguiente creación de una sociedad mejor. El uso de la alegoría era una técnica didáctica común en la época: ¿qué mejor alegoría para representar la creación de una sociedad superior que la construcción de un edificio? Existía inclusive una metáfora bíblica a mano: la construcción del Templo de Salomón.
Una vez establecido el marco alegórico, se seguía lógicamente el paso de adoptar la forma de una guilda o corporación de constructores. Así las reuniones se convirtieron en Logias, los oficiales principales pasaron a denominarse Maestro y Vigilantes y las herramientas de trabajo del tallador de piedras fueron utilizadas tanto por sus funciones materiales prácticas, como por su valor simbólico.
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