Extracto del Artículo de John Hamill, Bibliotecario de la Gran Logia Unida de Inglaterra y Pasado Venerable Maestro de la Logia de investigación Quatuor Coronati N° 2076, publicado en Retales de Masonería.
El Francmasón común deriva del propio ritual sus primeras nociones de la historia del Oficio. A medida que va progresando en su conocimiento de las ceremonias, aprende que durante la construcción del templo del Rey Salomón en Jerusalén, los constructores cualificados se dividían en dos clases: Aprendices y Compañeros. Todos trabajaban bajo las órdenes de tres Grandes Maestros, -el Rey Salomón, Hiram -Rey de Tiro- e Hiram Abif-, los cuales compartían ciertos secretos, conocidos tan solo por ellos tres. Aprende, asimismo, que esos secretos fueron perdidos con el asesinato de Hiram Abif - asesinato que se produjo debido a su negativa de divulgar los secretos- y que se adoptaron ciertos secretos en substitución de los primeros hasta que el tiempo o las circunstancias restauren los secretos originales.
Del ritual se deduce inmediatamente que la Francmasonería ya existía y estaba establecida en la época del Rey Salomón y que ha permanecido desde entonces como un sistema intacto. El candidato comprende pronto que el ritual no contiene una verdad histórica o literal, sino una alegoría dramática mediante la cual se transmiten los principios y axiomas fundamentales del Oficio. [...]
La ausencia de dogmas oficiales implica que cada miembro de la Orden puede conferirle al
ritual tanto o tan poco significado como desee. Ni siquiera en Inglaterra existe un patrón, ya se trate de un ritual controlado de manera centralizada o de una interpretación del ritual que deba ser aceptada por todas las logias. El que alguna vez lleguemos a estar en medida de descubrir los verdaderos orígenes de la Francmasonería, es un interrogante que queda abierto.
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