El Dios vuelto visible, Willermoz


Extracto de El Hombre-Dios, Tratado de las dos Naturalezas.

En cuanto el tercer día comienza, resucita gloriosamente de la tumba por su propio poder divino, y comienza a mostrarse a los que había amado lo más tiernamente posible, bajo una nueva forma corporal, en todo semejante a aquella en la que había vivido entre los hombres, pero gloriosa e impasible, de la que se reviste, y que hace también desaparecer a su voluntad.

Es con esta misma forma gloriosa que después de  haber conversado, caminado, comido incluso con sus discípulos durante cuarenta días, apareciéndoseles repentinamente y desapareciendo también repentinamente delante de ellos cuando así lo quería, después de haberles recomendado bautizar en su nombre, enseñar a los hombres el misterio inefable de la Divina Trinidad del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, que hacen un único Dios, que él sube gloriosamente al cielo en su presencia, donde será eternamente el Dios vuelto visible a los ángeles y a los hombres santificados, en esta forma humana glorificada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario