¿Quién habrá maridado la cruz con esas rosas?, Goethe


Fragmento de Los Misterios.

Corre ligero allá, cruzando aquellos campos, húmedos de rocío, rumbo al monasterio que ante sus ojos brilla.Ya casi llega al plácido lugar, que le hincha el alma de paz y de esperanza, y sobre el dintel en arco de la cerrada puerta divisa una misteriosa imagen. Quédase parado, recapacita, murmura quedas palabras de devoción, que del fondo del corazón le brotan, y permanece estático, pensativo, tratando de adivinar el sentido de aquel símbolo. ¡Pónese el sol del todo y enmudecen los bronces!

Contempla el religioso aquel emblema, de fastuosa traza, que al mundo todo brinda esperanza y consuelo, al que miles de almas están agradecidas, y miles de corazones fervorosamente imploran, que la amarga muerte el poder aniquila y en tantos triunfales estandartes flamea; refrigerante bálsamo viértesele por los cansados miembros, mira a la cruz y baja los ojos.

Siente de nuevo la salvación que de aquel signo emana, siente la fe de medio mundo; mas un sentimiento enteramente nuevo impregna su alma, al ver ahora aquel sagrado emblema ante sus ojos, pues he aquí que la cruz muéstrase entretejida densamente con rosas. ¿Quién habrá maridado la cruz con esas rosas?

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