Extracto de la segunda conversación de Ernst y Falk, Diálogos para Francmasones, de Gotthold Ephraim Lessing.
- Supongamos a toda la humanidad regida por este mejor gobierno: ¿compondría por eso toda la humanidad un solo Estado?
- Difícilmente, pues un Estado tan monstruoso sería imposible de administrar. Tendría este que subdividirse entonces en varios Estados pequeños, los que todos serían gobernados por las mismas leyes.
- Esto es: los hombres continuarían siendo como hasta aquí alemanes y franceses, holandeses y españoles, rusos y escandinavos u otros nombres que tuvieran. (...) ¿No es verdad que cada uno de estos pequeños Estados tendría sus propios intereses? ¿Y cada uno de sus miembros tendría el interés de su respectivo Estado? (...) Estos diversos intereses entrarían a menudo en colisión y resultaría como actualmente sucede que dos miembros de distinta nacionalidad no se tratarían con mayor ingenuidad como ahora un alemán a un francés, y un francés a un inglés.
- Muy probablemente.
- Muchos de esos pequeños Estados tendrían muy diverso clima, luego distintas necesidades y diversos modos para satisfacerlas, luego completamente diversos usos y costumbres, luego muy distintas doctrinas morales y de consiguiente muy diversas religiones. (...) Los hombres seguirían siendo judíos, cristianos, turcos y demás.
- No me atrevo a negarlo.
- Siendo así ellos habrían de conducirse unos con otros, no de otro modo como siempre se han conducido nuestros cristianos, judíos y turcos.No simplemente como de hombre a hombre, sino como tales a cuales hombres, que se disputan cierto rango de prioridad espiritual, sobre el cual pretenden fundar derechos, lo que al hombre natural jamás podría ocurrírsele. (...) La sociedad humana divide y separa a los hombres en distintas nacionalidades y religiones. (...) Pero la sociedad prosigue aún esas separaciones en cada una de esas pequeñas partes casi hasta lo infinito.
- ¿Cómo así?
- ¿O te imaginas acaso la posibilidad de un Estado sin diversidad de clases? Sea éste bueno o malo y hallase más o menos próximo a su perfección, es imposible que todos sus miembros guarden unos con otros las mismas relaciones. Aún cuando todos contribuyan a la legislación, esto no podría efectuarse por iguales partes, al menos no muy inmediatamente. De modo que habrá miembros superiores e inferiores. Aún cuando desde su principio entre todos se hubiera distribuido las propiedades del Estado por iguales partes, esta distribución sin embargo no alcanzaría a subsistir ni durante dos generaciones. Pues unos aprovecharían mejor su propiedad que otros y algunos tendrían que distribuir su mal aprovechada propiedad entre mayor número de descendientes que otros. Habría por consiguiente miembros ricos y pobres. (...)
- ¡Como pudiera contradecirte! ¿Mas con qué objeto? ¡Pues bien! ¡Los hombres solo pueden unirse por medio de las divisiones! ¡Solo pueden mantenerse unidos por incesantes divisiones! Ya esto está dispuesto así y no puede ser de otro modo. (...)
- Si los hombres no se pueden reunir en Estados sino por medio de aquellas divisiones: son por eso acaso buenas esas separaciones.
- Eso no.
- ¿Son acaso por eso sagradas esas separaciones? (...) Muy de desear sería, que en todo Estado hubiera ciertos hombres que sobreponiéndose a las preocupaciones de nacionalidad, conocieran exactamente cuándo y dónde el patriotismo deja de ser virtud.
- Sería muy de desear.
- Muy de desear, que en cada Estado hubieran algunos hombres que no sucumbieran a las preocupaciones de su religión natal, ni creyeran que necesariamente había de ser bueno y verdadero todo lo que ellos como tal hubieran reconocido.
- Muy de desear.
- Muy de desear, que en cada Estado existieran ciertos hombres que no vivieran ofuscados por las elevadas distinciones sociales ni a quienes repugnase la inferioridad civil, en cuya sociedad el hombre de elevada posición gustoso se inclina y el inferior pueda presentarse libremente con
frente erguida.
- Sería muy de desear.
- ¿Y si este deseo se hubiese realizado?
- ¿Realizado? Tal vez en una que otra parte, de vez en cuando existirán tales hombres.
- No solamente en una que otra parte, de vez en cuando.
- En ciertas épocas, y en ciertos países.
- ¿Y si hubiera ahora tales hombres en todas partes, y en adelante existieran para siempre?
- ¡Dios lo quiera!
- ¿Y que estos hombres no vivieran en inactiva distracción, ni siempre en una iglesia invisible?
- Hermosa ilusión!
- En fin abreviando ¿y que estos hombres fuesen los francmasones?
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