Llevamos la Misma Sangre, Kipling



Extracto de El Libro de la Selva. En la imagen, cubierta de la primera edición.

En estos momentos le enseño las Palabras Sagradas de la Selva. Éstas lo protegerán contra los pájaros enemigos, contra las serpientes, contra todo cazador, excepto contra los de su propia manada. 

- Basta con que de ahora en adelante recuerde estas palabras y estará seguro en todas partes. (...) Ven aquí, pequeño. (...) Repítele a Bagheera las Palabras Sagradas de la Selva que has aprendido hoy conmigo. 

- Las Palabras Sagradas forman un conjunto de lenguajes, hablados por diferentes pueblos. ¿Qué lenguaje debo hablar? Sabes que hay muchos, y los sé todos.

Sabes algo. Menos de lo que crees. Está claro, Bagheera. No hay un solo lobato que se muestre agradecido con quien le enseña. Nadie da las gracias a Baloo. Habla de las palabras que se refieren al Pueblo Cazador. 

- Los dos llevamos la misma sangre - dijo Mowgli imitando el acento de oso de todos los que cazan en ese territorio.

- Continúa con las de los Pájaros. Mowgli las repitió. Y al final silbó como lo hace el buitre. 

- Ahora quiero que me digas las de las Serpientes - dijo Bagheera. Mowgli contestó con un silbido imposible de describir. Hizo luego una pirueta salvaje, él mismo aplaudió su propia habilidad y se 
colocó de un salto a lomos de Bagheera. Se quedó de medio lado, golpeó con los talones el flanco de la pantera e hizo unas muecas horrorosas a Baloo. 

Ya a nadie tiene que temer -dijo Baloo, golpeando suavemente su vientre gordo y peludo. 

- A nadie, salvo a los miembros de su propia manada -dijo Bagheera en voz baja.

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