Que Todos los Miembros de la Orden se Consagren a Dar Ejemplo de la Virtud, Willermoz


Extracto del Anteproyecto leído por Willermoz en el Convento de Wilhelmsbad de 1782 donde se analizó la legitimidad de la filiación de la Masonería con la Orden del Temple y el futuro de la Orden. 

Dejando pues de trocear la beneficencia, como se ha hecho desde siempre, de dividirla en infinidad de ramas aisladas, y por consecuencia debilitarla y degradarla, reunámos al contrario todas aquellas que podamos concebir para formar la beneficencia general de la Orden.

Extendida o destinada a extenderse sobre toda la superficie de la tierra, poseyendo en su seno a miembros de todos los rangos, de todos los estados, de todos los países, reuniendo así o siendo susceptible de reunir en su más alto grado todo género de conocimiento, de talentos y medios, guardémonos de atenuar los resultados que caben esperar de una tan grande combinación de fuerzas.

Que la beneficencia universal de la Orden, uniforme en su principio, es decir activa, esclarecida, fundamentada sobre el amor más ardiente hacia la humanidad y el respeto más profundo por las leyes del Gran Arquitecto del Universo, sea en sus aplicaciones tan variada como las necesidades de la humanidad.

Que todas las partes de la Orden y todos sus miembros se consagren simplemente a dar constantemente ejemplo práctico de la virtud, de dedicación y respeto por la divinidad y sus leyes, de patriotismo, de sumisión al Soberano y a las leyes, en una palabra: de todas las virtudes religiosas, morales y civiles, porque esta manera de ser útil a la humanidad, a la vez de ser la más eficaz, es universal y no admite ninguna excepción ni por el tiempo, lugar o circunstancias.

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