Extracto del Libro autobiográfico Jesuitas y Masones, publicado en Buenos Aires en 1963 y dedicado Ad Majorem Dei Gloriam, A la Gloria del Gran Arquitecto Del Universo, que relata las experiencias en ambas Ordenes del Dr Töhötöm Nagy.
La tercera gran ocasión de la vida es, cuando se sale de ella. Los masones dicen que se fue al Eterno Oriente. Al oírlo por primera vez, confieso que me sonó algo peculiar, y lo tomé con cierta reserva; me pareció un legado de los libros de Carlos May donde los indios al morir van al Eterno Coto de Caza. Traté de desligarme de los prejuicios y de la idea afincada en mí por mi educación, según la cual después de la muerte, se sube al cielo; para ser justo en mi apreciación llegué a juzgar que el Eterno Oriente es una expresión simbólicamente indicada; puesto que no subimos al cielo ni vamos al Oriente después de la muerte, porque el Más Allá está fuera de la forma, del espacio y del tiempo; pero para indicar una dirección, Oriente expresa el nacimiento de la luz y éste puede significar la nueva vida.
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