Los Herreros y la Prueba del Fuego y del Agua, Nagy


Extracto del Libro autobiográfico Jesuitas y Masones, publicado en Buenos Aires en 1963 y dedicado Ad Majorem Dei Gloriam, A la Gloria del Gran Arquitecto Del Universo, que relata las experiencias en ambas Ordenes del Dr Töhötöm Nagy.

Los herreros, aparte de sus trabajos racionales efectuaban también ceremonias mágicas, en la creencia, que éstas eran muy importantes para el logro de los resultados necesarios. Estos maestros antiguos guardaban secreto sobre sus  ceremonias como sobre sus conocimientos objetivos necesarios para el buen resultado de su artesanía y a estas ceremonias mágicas y conocimientos técnicos los transmitieron únicamente, a los que pasaron por la iniciación, poco a poco, durante los años de aprendizaje.

Las ceremonias de la iniciación, ya en ese tiempo, eran simbólicas. Los herreros sabían, que el fuego al fundir al metal lo limpiaba y lo tornaba dúctil y que el agua lavaba sus escorias solubles. Este fue el origen de las pruebas simbólicas de fuego y de agua, que siguen su ejercicio en las ceremonias de los masones actuales; más, inclusive en la Iglesia, en el bautismo lavan con agua el pecado original.

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