Desgraciado aquel cuyo corazón seco y corrompido no guste de estos principios, Willermoz


Extracto del Anteproyecto leído por Willermoz en el Convento de Wilhelmsbad de 1782 donde se analizó la legitimidad de la filiación de la Masonería con la Orden del Temple y el futuro de la Orden. 

Este plan, aún y dada su vastedad [...] no exige otra cosa que esta pureza de intenciones y ese amor por el bien que en todos los regímenes se le supone y que debe caracterizarnos a todos. Desgraciado de aquel cuyo corazón seco y corrompido no guste de estos principios tan satisfactorios, no es en modo alguno digno de estar con nosotros, debemos rechazarlo si se nos presenta, o alejarlo de nuestros templos si es que habita en ellos.

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