¿Desde Cuándo es Pecado Ayudar a un Hermano?, Nagy


Extracto del Libro autobiográfico Jesuitas y Masones, publicado en Buenos Aires en 1963 y dedicado Ad Majorem Dei Gloriam, A la Gloria del Gran Arquitecto Del Universo, que relata las experiencias en ambas Ordenes del Dr Töhötöm Nagy.

Los muchos símbolos despiertan en mí la impresión como si fuese por un camino conocido desde hace años y oyera hablarme los hermanos del pasado a través de los símbolos. Estos me conectan en una circulación que se dilata lejos en el espacio y en el tiempo. Al levantar la copa y al brindar por todos los masones esparcidos por la superficie de la tierra, me parece ver lo muchos que son y están en todas partes y me esperan, porque si aparezco entre ellos mostrándoles algunas señas, me ayudan, me hospedan y no me sentiré solo. […]Esto me llena de seguridad y quisiera que viniera ahora mismo un negro africano o un blanco de cualquier nacionalidad y me apriete la mano de modo especial y me susurre una o dos palabras al oído y sabré cuánto hace, que es masón y qué grado ostenta y estaré a su disposición en todo lo que pueda serle útil o movilizaré a los demás si fuera necesario.

Ahora pienso que nuestros enemigos exclaman en coro: ¡eso es, he aquí la maldad de los masones, se ayudan y se unen todos! En primer término, desgraciadamente, no nos unimos todos, porque los masones también son nada más que hombres, entre los cuales se distinguen los que quieren dar y aquéllos que quieren recibir. Además, no se abren todos a las predicaciones permanentes de los símbolos. En segundo término: ¿desde cuándo es pecado ayudar a un hermano? ¿Por qué no hacen lo mismo los católicos entre sí?; de hacerlo no habría tantos desamparados en el mundo.  […]

De los francmasones se puede decir en este siglo XX lo mismo, lo que dijeron los paganos de los católicos en el primero y que la Iglesia lo recuerda orgullosa: ¡He aquí, mirad cómo se quieren y se ayudan!

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