En la Orden sólo se Cobijan Elementos de la Burguesía, Allende


Extracto del capítulo Carta a la Masonería incluido en el libro Obras Escogidas de Salvador Allende. Se trata de la solicitud de plancha de quite realizada el 21 de Junio de 1965 a Luis Olguín, Venerable Maestro de la Respetable Logia Hiram 65 que fue rechazada por unanimidad por el taller al haberse `reafirmado una vez más la coincidencia de nuestros planteamientos´.

Este mundo ideal en que vive el pueblo masónico, ¿puede bastar al hombre real, al hombre común, que se desenvuelve dentro de los imperativos tan concretos de una nación? En este interrogante radica un gran problema, pues, en los hechos, se aprecia una contradicción.

Los masones giramos en torno de la igualdad, de la libertad, la fraternidad como suprema síntesis de convivencia colectiva. Procede hacer una observación: ¿quiénes integran nuestra Orden? ¿Podría, con honestidad intelectual, imaginarse que su composición refleja a la sociedad chilena de hoy? La respuesta, al menos en mi comprobada experiencia, tiene que ser negativa.

En la Orden sólo se cobijan elementos de la burguesía. No hay en este aserto calificativo de ninguna especie. Es un hecho y nada más. En consecuencia, los principios que animan la vida masónica son practicados por un grupo, no el más vasto, de nuestra comunidad.

¿Debe la Orden permanecer indiferente ante una vacancia de la clase obrera como la que enuncio? Más aún, ¿se trata de un fenómeno accidental? La ausencia de elementos extraños a la burguesía es grave, tanto más cuanto que el fenómeno tiende a acentuarse, ya que la historia acredita que hubo épocas en que nuestros Talleres se vieron decorados por muchos y preparados hermanos, que respondían, por lo menos a una extracción artesanal y que también predominaba en el mutualismo.

¿Ingresa a la Orden, en forma ininterrumpida, una caudalosa corriente de juventud, de estudiantes, de elementos representativos de la intelectualidad nacional en marcha? Tengo la impresión de que la respuesta, aunque menos categórica que en el caso de los trabajadores, tiene también que ser adversa.

En mi trayectoria de masón activo, siempre promoví estas cuestiones. Las conclusiones fluyen con extrema facilidad: determinados sectores sociales y aun estratos muy influyentes de la burguesía progresista no sienten que la Orden responda a los requerimientos del mundo contemporáneo.

¿Por qué? Por dos razones principales: por el desconocimiento de lo que es en sí la Orden y por la actitud de algunos Hermanos, que contradicen en el mundo profano lo que se imagina deben ser los principios de la institución.

No hay comentarios:

Publicar un comentario