Extracto de La Educación del Género Humano de Gotthold Ephraim Lessing
Algunos fanáticos de los siglos XIII y XIV tal vez captaron una ráfaga de ese nuevo Evangelio eterno y se equivocaron solamente al anunciar tan próxima su irrupción. Quizá no fuera una ocurrencia vana su tercera edad del mundo, y ciertamente no tenían ningún mal propósito cuando enseñaban que la Nueva Alianza quedaría anticuada igual que lo quedó el Antiguo Testamento. [...]
Sólo que lo precipitaron, sólo que creyeron poder convertir de golpe a sus contemporáneos, salidos apenas de la niñez, sin ilustración ni preparación, en varones dignos de esa tercera edad.
Y eso es lo que los convertía en fanáticos. El fanático obtiene a menudo muy justas visiones del futuro, pero es incapaz de esperar ese futuro. Desea su pronta llegada y ser él mismo quien lo adelante. Lo que cuesta a la Naturaleza mil años ha de cumplirse en el instante de la existencia del fanático. Pues, ¿qué va a tener él de eso, si lo que considera lo mejor no se convierte ya en lo mejor durante el tiempo de su vida? ¿Volverá él? ¿Cree él que volverá? -¡Qué extraño! ¡Sólo entre los fanáticos no se pone de moda este fanatismo!
excelente el tema de los fanáticos,
ResponderEliminarmaria susana