Fundir en un Pensamiento Pareceres Diversos, Mateo Sagasta


De 1876 a 1881, Práxedes Mateo Sagasta fue Gran Maestre y Soberano Comendador del Gran Oriente de España. Este es un Extracto de sus palabras con motivo de su toma de posesión recogidas en el Boletín Oficial de la Orden el 31 de diciembre de 1884. 

La Masonería no solamente no es un partido, no es una secta, sino que, siendo una institución esencialmente caritativa, esencialmente humanitaria y sabia aspira a fundir en un solo pensamiento los pareceres diversos, las opuestas opiniones y espera ver realizados, mediante la fraternal unión de todos los hombres, los bellos ideales de la humanidad entera: el amor a la libertad, el respeto a la justicia, el entrañable amor de una alma pura hacia el Ser que la ha creado. […]

Yo confio en que he de intentar, con fruto, la estrecha unión de todos mis hermanos: que la Compacta piña que decora el capitel de nuestras columnas simbólicas harto enseña cuan íntima debe ser para alcanzar vigor y con el vigor el triunfo de nuestro perseverante anhelo, la unión de todos los masones. […]

Yo que no he contraído en la Masonería compromisos con determinada fracción de las que vez alguna, seducidas por ambiciosos desvelos o con sincero propósito de realizar el bien de la Orden, se han disputado la posesión de los primeros cargos dentro de ella; yo que no he reparado jamás para ofrecer mis servicios, muy insignificantes para lo que la Institución merece, en quien de mí los reclamó no a quien fueron prestados; que no he distinguido para dar todo el amor de mi corazón entre masones de uno u otro grado, de uno u otro Rito, de uno u otro Oriente; yo, que he creído siempre superior a todas estas distinciones que nacen del grado, del Rito y del Oriente el incomparable título de francmasón, juzgo que si algo significa el nombramiento de Gran Comendador y Gran Maestre que he debido a vuestra libre y espontánea voluntad, es el codiciado afán en todos vosotros de poner de una vez término feliz a la desconfianza y a la disensión, que tanto tiempo han porfiado para hacer saltar en pedazos los eslabones de la simbólica cadena. […]

Es llegada la hora de hacer supremo esfuerzo para que el nombre de Masonería en España garantice, como en otras partes, la probidad y la inteligencia de quien con él se honra. […]

Tiempo es ya de que el mundo profano conozca que no somos, como acaso cree, hombres reprochables y merecedores de la prevención con que nos juzga, sino que, antes por el contrario encarnados en nuestro espíritu los grandes principios de la Institución masónica, nadie nos exceda en virtudes privadas y nadie nos gane en el cariño a la patria, en el respeto a la ley, en el acatamiento a la autoridad, en el inextinguible amor a la humanidad y al soberano autor que la ha creado: al Gran Arquitecto del Universo. […]

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