Extracto de las Instrucciones Dirigidas a su Hijo para Serle Entregadas Cuando Tenga Edad de Merecerlas de Jean-Baptiste Willermoz.
La materia general, tal y como la conocemos, (...) es un compuesto de tres elementos o principios elementales denominados: Fuego, Agua y Tierra, que son cada uno de los tres, un mixto ternario de tres sustancias simples o esencias espirituales denominadas Azufre, Sal y Mercurio; no es lo que aparenta, y esa apariencia misma no es más que pasajera, y se desvanecerá totalmente con el fin de los siglos. (...)
Algunos se extrañarán que sólo hablemos de tres elementos en lugar de cuatro que son los vulgarmente aceptados, comprendiendo en este número el aire común, casi siempre sobrecargado de las exhalaciones más groseras de los otros tres elementos. En efecto, nosotros no contamos más que tres.
El aire, principio tan sutil, no es en absoluto uno de ellos. Es mucho más superior a los otros tres como para poder ser asimilado ni confundido con ellos. Es el carro de vida elemental, que nutre, conserva y vivifica los elementos. Es el punto central del triángulo elemental del que esta unido íntimamente a los ángulos para su conservación temporal. Que aquellos que se extrañen, reflexionen profundamente sobre lo que acabamos de decir en relación al aire como principio, y la extrañeza que venimos de señalar pronto cesará.
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