Quien se una a la Orden irá al Infierno, Mozart


En este fragmento revelador de La Flauta Mágica, las tres servidoras de la Reina de la Noche charlan con Tamino. Intentan disuadirle de que siga adelante. Papageno, el hombre pájaro, inferior, duda, pero no Tamino.

Las Damas: Circulan muchos rumores sobre la perversidad de los métodos de los sacerdotes.

Tamino: Un hombre sabio busca la prueba y descarta lo que el común lenguaraz pueda decir.

Las Damas: Se dice que, cualquiera que se una a esta orden, va derecho al infierno, sin remisión.

Tamino: ¡Al infierno se irán ellos! ¡Esto es el colmo!

Papageno: Dime,Tamino, ¿es verdad?

Tamino: Sólo es palabrería de mujeres, calumnias de difamadores.

Papageno: Sin embargo, la Reina dice lo mismo.


Tamino: Ella es mujer, su mente es de mujer. Cállate; deja que sea suficiente con mi palabra. Recuerda tu deber y sé prudente.

Las Damas: ¿Por qué eres tan intransigente con nosotras? Papageno, ¿tambien tú te quedas callado? ¡Habla!

Papageno: Me gustaría... de verdad...

Tamino: ¡Cállate!

Papageno: Pues, mira, ¡no voy a callarme! Estoy tan avergonzado que no puedo dejar de hablar...

Tamino: ¡Calla! Deberías avergonzarte de no poder dejar de hablar...

Las Damas: Debemos partir, avergonzadas, ya que ninguno queréis hablar con nosotras.

Tamino y Papageno: Debéis partir, avergonzadas, porque nadie quiere hablar con vosotras.

Coro: El hombre es de espíritu fuerte; considera lo que puede decir antes de hablar. El sagrado recinto se ha mancillado: ¡Fuera las mujeres! ¡Al infierno!

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