Un millón de seres para hacer un caballero, Franklin


Extracto de la carta escrita a su hija en enero de 1784.

Un hijo pertenece sólo por mitad a la familia de su padre, y por otra mitad a la de su madre. Si este hijo se enlaza con otra familia, el nieto ya no conserva más que una cuarta parte [...] Por esta progresión, en nueve generaciones, que no abrazan más que un espacio de trescientos años, que ciertamente no es mucha antigüedad para una familia, no existirá de la nobleza actual de nuestro caballero de Cincinato, en la persona del que llevase insignia, más que una 512ª parte. [...]

Remontémonos ahora, en nuestros cálculos, de este noble joven, que no es más que 1/542 de caballero actual, atravesando las nueve generaciones, hasta el año de la institución. Ha habido un padre y una madre, que hacen 2; éstos tenían un padre y una madre, que hacen 4; la generación precedente era en número de 8; la anterior 16, y continuando así, sacamos 32, 64, 428, 256; y llegamos por fin a la nona generación, a la generación presente en la cual existen 512 individuos, que todos contribuyen ahora con su contingente a la
creación de ese futuro caballero de Cincinato. La adición de los números [...] da 1,022.

¡Mil veinte y dos hombres y mujeres para hacer un caballero! Ahora, si después de nueve generaciones hemos de tener mil de estos caballeros, el número de padres y madres que hasta este tiempo hayan contribuido para producirlo será de 1.022,000, a menos que, entre los concurrentes, muchos se hayan aplicado a la formación de más de un caballero. Suprimamos el pico de los 22,000; examinemos después si, admitiendo una proporción razonable de pícaros, de tontos, de pillos y de prostitutas, necesariamente mezclados en este millón de antepasados, la posteridad tendrá gran motivo de gloriarse de la noble sangre de los caballeros de Cincinato que existirán entonces.

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