Extracto de Mi Autobiografía, escrita por Charles Chaplin.
Todavía no he conocido a un pobre que añore la pobreza o que halle la libertad en ella [...] No encuentro ninguna coacción en la riqueza, por el contrario, encuentro en ella mucha libertad. [...] No encuentro la pobreza ni atractiva ni edificante. No me enseñó nada, a no ser una distorsión de los valores, una supervaloración de las virtudes y las gracias de los ricos y de las llamadas clases privilegiadas.
Por el contrario, la riqueza y la celebridad me han enseñado a ver el mundo con la perspectiva adecuada; a descubrir que los hombres eminentes, cuando me acercaba a ellos, tenían tantos defectos como el resto de nosotros. La riqueza y la celebridad me han enseñado también a no considerar la espada, el bastón de paseo o la fusta de montar como sinónimos de esnobismo; a conocer el error que se puede cometer estimando por su acento universitario el mérito y la inteligencia de un hombre, y la paralizadora influencia que ese mito ha forjado en la mente de la clase media inglesa, a conocer que la inteligencia no es necesariamente el resultado de la educación ni el conocimiento de los clásicos.
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