Extracto del Sabio e Iluminado Discurso para la Recepción de un Aprendiz Francmasón, Recibido de Italia y originario de Alemania, 1780.
La excelencia del hombre esta efectivamente apoyada sobre tres columnas o tres impresiones que encuentra grabadas en su corazón, si acaso quiere examinarlo; éstas no son otras que las tres virtudes teologales. Sin su práctica, todo edificio moral se viene abajo, estando el hombre así mismo apoyado sobre la fuerza, la sabiduría y la belleza que nos representan la divinidad; el hombre mismo y los elementos; la naturaleza, la razón y la justicia; lo espiritual, lo animal y lo material; la inteligencia, la concepción y la voluntad...
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