Extracto de Los Miserables. En la imagen, portada de la primera edición.
Sus pasiones políticas se habían desvanecido; la revolución de 1830 las había calmado. A decir verdad, ahora no tenía opiniones, sino más bien simpatías. ¿De qué partido estaba? Del partido de la humanidad. Dentro de la humanidad, Francia; dentro de Francia elegía al pueblo; en el pueblo, elegía a la mujer.
Creía, y probablemente tenía razón, haber llegado a la verdad de la vida y de la filosofía humana, y había concluido por mirar sólo el cielo, la única cosa que la verdad puede ver del fondo de su pozo.
En medio de tales ensueños, cualquiera que mirara dentro del alma de Marius, habría quedado deslumbrado de su pureza.
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