Simple, Justa y Perfecta Logia, Oswald Wirth


Extracto de Libro del Aprendiz, escrito por Oswald Wirth en 1894. 

Todo Maestro-Masón, regularmente iniciado en Inglaterra, se creía con el derecho de propagar en el extranjero la luz masónica. Con este objeto, se juntaba, en cuanto era posible, con otros Masones y procedía con ellos a las iniciaciones, según las formas ritualísticas. En rigor, iniciaban sólo con su autoridad privada, a un profano que él estimaba digno de este favor; después, entre ellos dos, procedían a la iniciación de un nuevo adherente, hasta constituir una Logia Simple, destinada a llegar a ser luego Justa por la asociación de dos nuevos miembros y finalmente Perfecta cuando su efectivo llegaba o sobrepasaba de siete.

Una Logia podía sesionar aunque el local no fuera convenientemente cerrado y al abrigo de toda indiscreción. Ciertas figuras trazadas con tiza sobre el piso, bastaban para transformar en santuario cualquier local.

Es fácil concebir que Logias tan fácilmente formadas, hayan podido desaparecer con igual facilidad, sin dejar rastros documentados de su actividad. También la historia de la introducción de la Francmasonería en los diferentes países, se encuentra envuelta muy a menudo en profunda oscuridad. Con frecuencia se reduce a narraciones equívocas, cuya exactitud resulta imposible de comprobar.

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