Extracto de las Instrucciones Dirigidas a su Hijo para Serle Entregadas Cuando Tenga Edad de Merecerlas de Jean-Baptiste Willermoz.
El hombre actual es un ternario de tres sustancias que son: el espíritu inmortal, que es su ser esencial, el alma pasiva con su instinto, y el cuerpo material que ella anima. El animal bruto no es más que un compuesto binario de estas dos últimas sustancias de la vida pasiva, que son su instinto y su cuerpo material.
En el hombre, cuando el principio vital que anima su cuerpo material, termina su acción particular, sea por las leyes de la naturaleza o por accidente, se escapa y va a reintegrarse a la masa general de donde proviene. Entonces el espíritu, que estaba unido al cuerpo material por este principio vital, se convierte en libre, y sube o desciende a la esfera que haya escogido a lo largo de su unión al cuerpo material, por sus sentimientos y actos habituales. En cuanto al cadáver, queda libre a su disolución por la separación de los principios elementales que quieren reintegrarse a su estado primitivo.
Pero, ¿ cómo puede ser que sobre un asunto de la mayor importancia - ya que sus bases reposan sobre principios evidentes generalmente reconocidos por todos - reine aún hoy entre los cristianos semejante discordancia y oscuridad sostenidas de tantas sutilidades que no hacen mas que embrollarlo todo todavía más? (...)
Dejamos estas reflexiones a la meditación de los verdaderos amigos de la sabiduría.
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