Extracto del artículo publicado en Études Traditionnelles en 1949.
Aunque el verano sea considerado generalmente como una estación alegre y el invierno como una triste, por el hecho de que el primero representa en cierto modo el triunfo de la luz y el segundo el de la oscuridad, los dos solsticios correspondientes tienen sin embargo, en realidad, un carácter exactamente opuesto al indicado. (...) Esto explica también, desde el punto de vista de su significación cósmica, estas palabras de San Juan Bautista, cuyo nacimiento coincide con el solsticio estival: Él conviene que crezca, y yo que disminuya. (...)
En el Zodíaco, el signo de Cáncer, correspondiente al solsticio de verano, es la puerta de los hombres, (...) y el signo de Capricornio, correspondiente al solsticio de invierno, es la puerta de los dioses. (...) En realidad, el período alegre, es decir, benéfico y favorable, es la mitad ascendente del ciclo anual, y su período triste, es decir, maléfico o desfavorable, es su mitad descendente; y el mismo carácter pertenece, naturalmente, a la puerta solsticial que abre cada uno de los dos períodos en que se encuentra dividido el año por el sentido mismo del curso solar. (...)
En relación con los dos San Juan y su simbolismo solsticial, es interesante también considerar un símbolo que parece peculiar de la Masonería anglosajona, o que al menos no se ha conservado sino en ella: es un círculo con un punto en el centro, comprendido entre dos tangentes paralelas; y estas tangentes se dice que representan a los dos San Juan. (...) Es evidente que no ha podido producirse sino por una asimilación establecida entre esas dos paralelas y las dos columnas; éstas, que naturalmente no pueden ser sino verticales, tienen por lo demás, en virtud de su situación respectiva al norte y al mediodía, y al menos desde cierto punto de vista, una relación efectiva con el simbolismo solsticial.
Este aspecto de las dos columnas se ve claramente sobre todo en el caso del símbolo de las Columnas De Hércules; el carácter de Héroe Solar de Hércules y la correspondencia zodiacal de sus doce trabajos son cosas demasiado conocidas para que sea necesario insistir en ellas; y es claro que precisamente ese carácter solar justifica la significación solsticial de las dos columnas a las cuales está vinculado su nombre. Siendo así, la divisa non plus ultra, referida a esas columnas, aparece como dotada de doble significación: no solamente expresa, según la interpretación habitual, propia del punto de vista terrestre y, por lo demás, válida en su orden, que aquéllas señalan los límites del mundo conocido (...) sino que indica al mismo tiempo -y sin duda debería decirse ante todo- que, desde el punto de vista celeste, son los límites que el sol no puede franquear (...)
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