Extracto del Libro del Hombre de Bien.
El dador de la presente, que sale para América, me insta para que le dé una carta de recomendación, a pesar de que no conozco su persona, ni siquiera sé su nombre. Esto os parecerá quizás extraordinario, pero os juro que aquí no es cosa rara. Con efecto, a veces un hombre a quien no conocéis acompaña a otro, a quién conocéis menos, con el objeto de recomendarlo; y a veces se recomiendan el uno al otro.
En cuanto al personaje dador, a él mismo podéis dirigiros, si deseáis saber sus méritos y sus talentos; él los sabe de fijo mucho mejor que yo. Dadle no obstante aquella buena acogida a que tiene derecho todo extranjero de quien no se sabe cosa alguna mala; y os ruego le prestéis todos los buenos oficios, y le dispenséis toda la benevolencia de que le creáis digno cuando le habréis conocido mejor.
Soy vuestro apasionado,
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