Extracto del discurso de clausura del Convento de Wilhelmsbad.
Añadamos para el buen regir de la Orden algunos grados que recuerden nuestros precedesores los Templarios sin llevar de ningún modo a una idea de restablecimiento o restauración de una Orden cuyo número esta consumado: cumplamos con celo y pureza nuestros deberes; amemos a nuestros Hermanos con sinceridad y ternura; preservémonos ante todo del orgullo, esta desgraciada pasión que desde siempre ha causado la caída y la ruina de todos aquellos que no se han preservado de ella por una sumisión sin límites a su Creador y una perfecta resignación a su santa Voluntad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario