Se Oyó una Brisa Tenue


Si deseas conocer más a fondo los fundamentos de la Masonería, te recomendamos la lectura del libro que nos enseña la Ley, que se conservaba en el Santuario del Templo y que todo masón debe meditar.

Reyes I 19: Vino un huracán tan violento que descuajaba los montes y hizo trizas las peñas delante del Señor; pero el Señor no estaba en el viento. Después del viento, vino un terremoto; pero el Señor no estaba en el terremoto. Después del terremoto, vino un fuego; pero el Señor no estaba en el fuego. Después del fuego, se oyó una brisa tenue; al sentirla, Elías se tapo el rostro con el manto.

Sal 84: La misericordia y la fidelidad se encuentran, la justicia y la paz se besan; la fidelidad brota de la tierra, y la justicia mira desde el cielo.

Sal 148: Alaben el nombre del Señor, el único nombre sublime.

Mateo 18: Os aseguro que, si no volvéis a ser como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Por tanto, el que se haga pequeño como este niño, ése es el más grande en el reino de los cielos.

Sal 112: De la salida del sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del Señor.

Mateo 18: Donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.

Mateo 18: Si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces le tengo que perdonar? ¿Hasta siete veces? [...] No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.

Apocalipsis 11: Apareció una figura portentosa en el cielo: Una mujer vestida de sol, la luna por pedestal, coronada con doce estrellas.

Corintios I 15: Si por Adán murieron todos, por Cristo todos volverán a la vida.

Lucas 1: ¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre!

Ezequiel 18: Estrenad un corazón nuevo y un espíritu nuevo; y así no moriréis.

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