Juzgas con Moderación y nos Gobiernas con Gran Indulgencia


Si deseas conocer más a fondo los fundamentos de la Masonería, te recomendamos la lectura del libro que nos enseña la Ley, que se conservaba en el Santuario del Templo y que todo masón debe meditar.

Sabiduría 12: Tu poder es el principio de la justicia, y tu soberanía universal te hace perdonar a todos. Tú demuestras tu fuerza a los que dudan de tu poder total, y reprimes la audacia de los que no lo conocen. Tú, poderoso soberano, juzgas con moderación y nos gobiernas con gran indulgencia, porque puedes hacer cuanto quieres. Obrando así, enseñaste a tu pueblo que el justo debe ser humano.

Sal 85: Tú, Señor, eres bueno y clemente, rico en misericordia, con los que te invocan.

Romanos 8: El Espíritu viene en ayuda de nuestra debilidad, porque nosotros no sabemos pedir lo que nos conviene, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos inefables.

Miqueas 6: Te han explicado, hombre, el bien, lo que Dios desea de ti. Simplemente, que respetes el derecho, que ames la misericordia y que andes humilde con tu Dios.

Mateo 12: Tres días y tres noches estuvo Jonás en el vientre del cetáceo; pues tres días y tres noches estará el Hijo del hombre en el seno de la tierra.

Juan 20: Subo al Padre mío y Padre vuestro, al Dios mío y Dios vuestro.

Sal 33: Bendigo al Señor en todo momento, su alabanza está siempre en mi boca; mi alma se gloría en el Señor: que los humildes lo escuchen y se alegren. Contempladlo, y quedaréis radiantes, vuestro rostro no se avergonzará.

Sal 35: Señor, tu misericordia llega al cielo, tu fidelidad hasta las nubes; tu justicia hasta las altas cordilleras, tus sentencias son como el océano inmenso. [...] En ti está la fuente viva, y tu luz nos hace ver la luz. Prolonga tu misericordia con los que te reconocen tu justicia con los rectos de corazón.

Mateo 13: A vosotros se os ha concedido conocer los secretos del reino de los cielos. [...] ¡Dichosos vuestros ojos, porque ven, y vuestros oídos, porque oyen!

Mateo 20: ¿Sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber?

Mateo 20: El que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor, y el que quiera ser primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo. Igual que el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir.

Sal 83: Dichosos los que viven en tu casa, alabándote siempre. Dichosos los que encuentran en ti su fuerza; caminan de baluarte en baluarte. Vale más un día en tus atrios que mil en mi casa, y prefiero el umbral de la casa de Dios a vivir con los malvados.

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