La Ciudad Masónica, Bilbao




Extracto del Segundo de los Discursos Masónicos incluido en las Obras Completas de Francisco Bilbao publicadas en 1860. 



La masonería quiere fortificar todo lo que es universal. La universalidad es su carácter. Su bandera de enganche no establece clasificaciones de riqueza, de color, de patria, de religión, de profesión. Su ley de ciudadanía impone como única condición a la virtud, para ser inscrito en el registro cívico de esa Jerusalen porque sueñan los mortales, de esa ciudad que de Oriente a Occidente y de Septentrión a Mediodía, realizará las palabras del Apocalipsis de San Juan, que no ha menester Sol, ni Luna, que alumbren en ella; porque la claridad de Dios la alumbró y la lámpara de ella es el cordero. No entrará en ella ninguna cosa contaminada, ni ninguno, que cometa abominación y mentira.

He ahí nuestra ley de elecciones para ser ciudadano de la ciudad masónica.

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