Extracto de la segunda conversación de Ernst y Falk, Diálogos para Francmasones, de Gotthold Ephraim Lessing.
- Por tus explicaciones me figuro los francmasones como gentes que voluntariamente se han encargado de trabajar en contra de los males inevitables de los gobiernos.
- Este concepto de los francmasones al menos no los denigrará. Consérvalo, pero interprétalo bien. No le mezcles nada de lo que no le corresponde. De los males inevitables de los gobiernos en general, no de este o de aquel gobierno. No los males inevitables que un gobierno determinado haya creado y que ahora naturalmente son la consecuencia de lo que ese gobierno admitió. De estos jamás se ocupa el francmasón, al menos no en su calidad de masón. La paliación y curación de esos males se la reserva al ciudadano, el cual según sus luces, según su valor y a su riesgo puede ocuparse de ellos. Males de muy distinto género, más elevados son el objeto de su virtualidad.
- He comprendido bien. No los males que causan el descontento del ciudadano, sino males de que no está exento ni aún el ciudadano más feliz.
- Muy bien (...) Ahora vete y estudia esos males, aprende a conocerlos todos, pensando bien las influencias que ejercen unos sobre otros, pudiendo quedar convencido que este estudio te resolverá problemas que en momentos de pesar y abatimiento sean en apariencia las objeciones más desconsoladoras e indisolubles, contra la divina Providencia y la virtud. Esta solución, esta ilustración te tranquilizará y te hará feliz, aún sin llamarte francmasón.
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